Según los datos manifestados por el historiador Sanchis
Sivera, la construcción de la actual iglesia tuvo lugar durante el
siglo XVIII, pues comenzó a partir del año 1704 y se bendijo en
1755.
Su obra de fábrica adopta la forma de planta de cruz latina, con una
nave única y crucero, así como capillas laterales entre los
contrafuertes.
La nave está cubierta con una bóveda de cañón
reforzada con arcos fajones, donde se abren en cada tramo ventanas
rectangulares, siendo el presbiterio de cabecera recta. El crucero
se ilumina con dos ventanas situadas en los testeros.
La cúpula
con tambor reducido se encuentra apoyada sobre
pechinas. El coro
se localiza en el tramo del pie de la nave con acceso común para
el mismo y el campanario. En cuanto a la ornamentación interior,
lo más importante es la decoración en yeso típica del barroco
valenciano que cubre el muro y las cornisas representando formas
geométricas y vegetales, alternándose las tonalidades doradas,
blancas y azuladas. Resulta evidente la vinculación del color azul
con la idea del cielo, pues no olvidemos que la parroquia está
dedicada a la Virgen como Reina de los Ángeles. Esta majestad se
refleja también en la decoración de las conchas por lo que
encontramos en cada una corona con el escudo mariano. La
superficie mural se modula por apilastrados de orden compuesto, es
decir, combinando en el capitel las volutas del jónico y las hojas
de acanto del corintio. Destaca como elemento original las cabezas
de querubines
situadas en la base del anillo de la cúpula, la cual
se adorna de una vigorosa decoración de yeso culminada con un
florón de madera decorada en rojo y dorado.
El templo sufre, en
el preámbulo de la Guerra Civil española de 1936, numerosos
desperfectos; el retablo barroco de madera que presidia el altar
mayor, así como los altares laterales y toda la imaginería fueron
arrancados, sacados a la plaza y quemados en una gran hoguera; las
campanas fueron arrojadas desde lo alto del campanario salvándose
solamente dos, las más grandes. La destrucción del archivo
de la parroquia el año 1936, siendo imposible recuperar resto alguno,
nos ha impedido conocer la historia completa del templo
Final de la Guerra Civil
Pasada la Guerra Civil, en 1939 comienza la reconstrucción. Se comienza por la
reconstrucción de los altares dotándolos de un estilo
barroquizante, siendo la reforma más significativa la instalación
de un baldaquino
en el altar mayor. A finales de los años 80 y
siendo párroco Manuel Martín Puerto, se repinta la iglesia con los
colores antes mencionados más fieles a las tonalidades originales,
que los que se pintaros en los años 40.
En el mismo periodo de
obras se instalaron los zócalos de mármol rojo coralito,
finalizando esta restauración con la
construcción del retablo del
altar mayor en 1994, siendo párroco Vicente Serrano Valbuena y la
colocación en 1997 del nuevo
pavimento de mármol, con colores
similares a los del altar mayor y el zócalo. Al mismo tiempo se
aprovechó para colocar los bancos nuevos con madera de pino de
Valsaín.
El retablo actual
El retablo actual, parecido al original que había antes
del 1936 (aunque aquel era de madera) es obra del arquitecto local
Vicente Querol Solaz y presenta dos cuerpos enriquecidos con
cuatro estatuas. En el primer cuerpo el grupo escultórico de la
patrona, la Virgen de los Ángeles, entre las imagenes de San José
a la izquierda y San Vicente Ferrer a la derecha. En el segundo
cuerpo, más reducido, la imagen del patrón el Santísimo Cristo de
la Fe. En la construcción del nuevo retablo se aprovecharon las
columnas y los mármoles del baldaquino instalado en el presbiterio
los años 50, ubicandolos en la parte baja del retablo, en el
ambón, en la pila bautismal y las pequeñas estatuas de los cuatro
evangelistas en los remates del retablo. Actualmente y después de
concluida toda la restauración, el interior de la iglesia ofrece
un conjunto dieciochesco bastante unitario y armonioso.
Con la restauración del retablo se realizó también una reubicación
de la imaginería existente, de tal manera que la situación actual
a inicios de 2020 es el resultado de numerosos cambios de
ubicación de las diferentes imagenes que de vez en cuando son
trasladadas de un lugar a otro.
La imaginería
Toda la imaginería es posterior a
1940, salvo la pequeña imagen de la Virgen del Carmen ubicada en
la parte baja del altar del Corazón de Jesús, que es del siglo
dieciocho, probablemente de la época de construcción del templo y
que debió conservarse en casa de algún particular durante los
sucesos de la guerra.
El altar mayor está presidido por la Virgen de los Ángeles con San
Francisco a sus pies, flanqueada por dos imagenes de San Vicente
Ferrer y San José, sobre ellas dos cuadros de San Joaquín y Santa
Ana y una copia de la imagen del Cristo de la Fe en el cuerpo
superior. En los remates de las columnas se ubican cuatro imagenes
alegóricas de los evangelistas: San Mateo, San Marcos, San Lucas y
San Juan. La escultura original del Cristo de la Fe se ubica en la
capilla del sagrario, donde está situada también a su izquierda
una imagen de la Virgen de los Desamparados.
En el crucero se ubica a la izquierda
el altar de la Purísima y
debajo una imagen del niño Jesús; mientras que a la derecha está
el Sagrado Corazón y debajo la Virgen del Carmen ya comentada.
En los altares de la izquierda, desde la puerta hacia el crucero
se ubica el altar de Santa Inés de Beniganim y el de San Antonio
Abad (ambos con numerosas pequeñas imágenes de otros santos),
el de la Virgen del Perpetuo Socorro con un sagrario de
madera debajo y el de la Virgen del Rosario con la
Asunción yacente debajo.
En los altares de la derecha se ubica junto a la puerta la capilla
del Bautismo, a continuación el altar de San Miguel y el de la
Virgen de los Dolores con el Cristo yaciente debajo. Por último,
en el transaltar se ubica una imagen del Cristo resucitado sobre
un soporte metálico y una de la Virgen Milagrosa en un zócalo de
mármol. Además, la imagen procesional de la Virgen de los Ángeles
se guarda dentro de un armario también en el transaltar.
El campanario
En cuanto al exterior de la iglesia, podemos decir que en el
año 1978 comenzaron las obras de restauración del campanario
impulsadas por el Rvdo. Sr. Párroco Manuel Martín. Destacamos
que el campanario presenta cuerpo prismático de cuatro lados,
siendo el aspecto más destacable el cuerpo de las campanas, con
un arco de medio punto por lado, enmarcado por pilastras. La
cubierta está formado por una simple azotea con un pretil
coronado por bolas. La fachada original estaba enlucida con
mortero y sólo la parte de arriba, donde se encuentran las
campanas era de ladrillo. En estas obras se rehizo toda la torre
de ladrillo macizo hecho en Quart desde abajo (fábrica
actualmente desaparecida). Se añadió a toda la fachada de la
iglesia un zócalo de piedra caliza de Lliria. El dintel de la
puerta de la iglesia existente de ladrillo, se sustituyó por el
de piedra actual. Con la restauración del cuerpo de las
campanas, el color oscuro de vejez existente, adquirió una
tonalidad clara y amarillenta desconocida hasta ese momento.
Acceso a la torre
Desde este punto sale otra de las mismas
características con 23 escalones que conduce hasta la
terraza del campanario. Antes de llegar a la sala de las
campanas, por bajo de ella, se encuentra la estancia donde
se encuentra instalada la maquinaria del antiguo reloj, de
propiedad municipal, instalado en 1905 por el Ayuntamiento
bajo la presidencia del alcalde Agustín Cerveró, según
consta en una placa conmemorativa colocada en la misma
maquinaria del reloj, ahora fuera de servicio. El último
relojero fue Pedro Moreno Saixo, que sustituyó a Tomás
Gimeno Roca anterior encargado (persona que había
continuado esta tarea de su padre, primer mantenedor del
reloj).
Entre los trabajos del relojero estaba la de
mantener la maquinaria en el punto de funcionamento y
darle cuerda. Esta tarea se hacía semanalmente para el
mecanismo de marcha de las saetas, mientras que se hacía
diariamente para el mecanismo de toque de las
horas. Estuvo en funcionamiento 102 años.
En 2007 el Ayuntamiento sustituyó la maquinaria mecánica y
la esfera exterior de madera y chapa zincada por una nueva
maquinaria de accionamiento electromecánico, gobernada por
el ordenador utilizado para los repiques y volteos de
campanas. Este sistema sincroniza vía radio con emisores
europeos, realizando automáticamente los cambios de
horario de verano e invierno y garantizando una
precisión absoluta. Dado que el sonido de las horas y el
movimiento de las saetas son dos mecanismos
independientes, la hora justa coincide con el primer golpe
de la campana de las horas.